Este delicioso helado de cafe es una de nuestras mejores recetas de helado, no os la perdais y esperamos os guste.
Este helado es ideal para después de una comida o cena, o como tentempié o a cualquier hora del día o noche… Con un sabor de café más pronunciado y trocitos de chocolate y además ese toque de licor – a tu gusto de Kalúa o Ron – esta receta es especial para los mayores de la casa.
AUNQUE EN REALIDAD lleva muy poco alcohol – absolutamente necesario para lograr la cremosidad extrema de este helado – y además siempre se puede hacer de descafeinado para los más jóvenes.
Como todos nuestros helados sin maquina heladora, tampoco lleva huevos, ni requiere calentar ni hervir nada. Además de un sabor diferente que se puede hacer más o menos fuerte, con el alcohol de su elección y con o sin cafeína, quizás lo más importante, como en todas nuestras recetas – es totalmente natural – sin ningún aditivo ni ingrediente artificial.
Ingredientes:
• 2 tazas – 1/2 litro Nata o crema de leche
• 2 cucharadas de azúcar
• 400 ml – 14 oz lata leche condensada
• 2 cucharadas lisas Nescafe o cualquier café instantáneo (normal o descafeinado) NOTA: si usas café instantáneo tipo espresso en granulos – usar solo una cucharada
• 1 cucharada agua
• Opcional pero recomendado: 2 cucharadas de licor – de sabor café como Kalúa, Tía María o un Ron oscuro
• 1/2 taza – 100 gr trocitos de chocolate
• Optativo para adornar: Chantilly o nata montada
Preparación:
• En una tacita disolver bien el Nescafe o café instantáneo con el agua y licor.
• En un bol grande verter la leche condensada y el café disuelto y remover.
• Aparte batir la nata con 2 cucharadas de azúcar hasta que se formen picos muy bien formados – esto es importante, si no afectará el volumen un la esponjosidad del helado.
• Añadir la nata montada o chantilly en partes a la mezcla de leche condensada con una espátula envolviendo suavemente para que no pierda volumen. Añadir los trocitos de chocolate a la mitad poco a poco mientras va envolviendo para que quede la mezcla homogénea.
• Verter en un recipiente, tapar con film de plástico y congelar entre 3 o 4 horas o mejor dejar en el congelador la noche entera.
• Ya está. No hace falta volver a remover.
• Sacar unos minutos antes de servir.