Un mundo entero en un recipiente pequeñito. Tan pequeño como quieras con varias o solo una plantita. Sin embargo aunque estemos en la ciudad lejos del campo o lejos de cualquier árbol o flor, nos traslada al mundo exterior del jardín. Es nuestro jardín particular encima de nuestra mesa de despacho o cualquier lugar que os apetezca.
Observar la cantidad de plantitas diminutas cultivadas o silvestres que ni siquiera vemos por su tamaño pero cuando las ponemos en su propio espacio, -nuestro mini terrarium- se vuelven importantes, dignas de ver y admirar.
Podemos tapar el terrarium para crear un ecosistema completo en el recipiente o dejarlo al aire para admirar nuestro pequeño bosque por todos los lados. Podéis comprar plantas especiales diminutas o encontrarlas en cualquier lugar donde haya vegetación. Pueden ser plantas de cualquier clase, hasta las malas hierbas son perfectas para nuestro mini- jardín.
Cómo hacerlos
• Primero escoger vuestro recipiente. El tamaño determinará las plantas que pondréis en el. Que esté limpio.
• Escoger bien la/s plantitas que vais a poner. Deben ser mas pequeñas que el recipiente. Tener en cuenta que crecerán aunque siempre las podeis podar. Queremos crear un ambiente de un jardín real en miniatura.
• Para coger las plantitas usar una cuchara grande si no teneis utensilios de jardín. Coger la tierra debajo de la planta con su raíces para un buen transplante.
• Colocar unas piedras pequeñas — o abalorios o cualquier cosa que os guste para separar la tierra de la base y que no se encharque la tierra.
• Poner un poco de tierra encima y presionar para que quede compacto
• Poner encima la tierra con las raíces y plantitas que habeis encontrado. Poner un poquito de tierra alrededor y compactar cuidadosamente.
• Regar un poco – el agua es el peor enemigo de estos terrariums. Solo regar cuando la tierra parezca seca o las plantas empiezan a ponerse un poco mustias.
• Después del primer riego, si se tapa, prácticamente no hace falta regar en bastante tiempo (1 semana). Aun así es aconsejable quitar la tapa de vez en cuando.
• Si no ponéis tapa, cuidar igual que a una planta de casa teniendo mucho cuidado de no regar demasiado.
• Poner al sol adecuado. Si eran plantas de sombra, sol o semi sombra ponerlo en la misma luz que tenían donde las cogisteis.